El país vecino del norte ya tiene nuevo presidente y para sorpresa de muchos se trata del empresario Donald Trump. Como era de esperarse, la ola de comentarios y sus respectivos memes no se han hecho esperar; sin embargo, dejando de lado el humor negro característico de las redes sociales, se puede observar en estos un temor colectivo que funge de común denominador, ciudadanos y celebridades comparten ese miedo de que el ahora mandatario electo tenga acceso a un botón nuclear.

Después de conocer el resultado final, la sorpresa, decepción de algunos y sobre todo la incertidumbre, se apoderaron automáticamente de las personas que pedían un resultado diferente. Las cadenas de televisión y las redes sociales fueron los conductos que se encargaron de manifestarlo.

Robert J. Sternberg, uno de los psicólogos más reputados del panorama internacional y profesor de la Universidad de Yale, famoso por sus investigaciones sobre temas como la inteligencia, creatividad y el éxito, denominó el comportamiento de Trump durante la campaña y los debates presidenciales como el de una persona narcisista.

Siendo la principal característica de estas personas el quererse únicamente a sí mismas, frecuentemente resultan ser muy convincentes, ya que hacen lo que sea necesario para ganar y llegar al poder; lo cual resulta peligroso teniendo ejemplos trágicos en la humanidad que así lo demuestran. Este tipo de personas no muestran empatía hacia los demás, por ende no se sienten mal por engañar; el mundo ya vivió un claro ejemplo durante la Segunda Guerra Mundial.

Irónicamente el ahora presidente electo, Donald Trump, encontró la fórmula del éxito apelando a las emociones de sus seguidores, volviéndose un vocero de las fantasías, estigmas y prejuicios de la comunidad que lo colocó en la Casa Blanca, siendo éste su argumento durante cualquier aparición pública, recurriendo al odio y la ironía en sus comentarios.

Tal vez esta estrategia fue la llave para abrir la caja que nos demuestra que no hemos evolucionado como sociedad y tal vez jamás se han superado temas como el racismo y la intolerancia. En una visión hacia el futuro: ¿realmente qué provocará social y psicológicamente estar bajo el gobierno de lo que expertos denominaron en su momento candidato narcisista?

Se dice que para tener una idea del comportamiento futuro basta con mirar el pasado; en la historia de la humanidad existen ejemplos trágicos de lo que provoca una ideología divisional que es secundada en estos casos por una notable mayoría. Se vislumbra una muy fuerte crisis social provocada por la histeria colectiva que atraviesan los ciudadanos que viven en Estados Unidos. Los discursos de Trump resultaban alarmantes; lo que ahora es realmente alarmante es lo que lograron despertar en la mayoría que lo llevo a la posición actual.

La comunidad estadounidense ha sido dividida y violentada, estos actos parece que seguirán en aumento y llevarán a los ciudadanos a una vulnerabilidad psicológica histórica, será el 20 de enero del próximo año cuando las especulaciones y la histeria social tomen un rumbo definitivo, será hasta esta fecha cuando se decida el destino de la relación actual de la potencia americana con el resto del mundo, lo único que queda ahora es apelar a los ideales y valores que hicieron libre a la humanidad, conocer la historia y aprender de ella para no repetirla, el primer paso está en la voz de Hillary Clinton.