Participación ciudadana, fundamental para prevenir desastres: investigadora

Jue, 16 Nov 2017
La Mtra. Gabriela Estrada, de Arquitectura, realiza la investigación ‘La representación social del riesgo como factor de baja resiliencia en el medio urbano’
  • Mtra. Gabriela Estrada, coordinadora de la Licenciatura en Arquitectura de la IBERO.
  • Casas sobre pilotes, en la llamada zona de El Jagüey.

Las políticas públicas de protección civil en México incluyen poco o nada el pensar y sentir de las personas respecto a riesgos por fenómenos como sismos o inundaciones, no obstante que la inclusión de los ciudadanos es fundamental para prevenir desastres y aumentar la resiliencia en sus lugares de residencia, señaló la maestra Gabriela Estrada Díaz, coordinadora de la Licenciatura en Arquitectura de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México.

“Protección civil quiere decir proteger a la población en caso de un evento catastrófico; eso significa que se atiende una emergencia, que se interviene cuando ya ocurrió un desastre, para salvaguardar lo más urgente con la población”.

Por el contrario, la prevención lo que busca es que el desastre no ocurra. Y aún más, intenta que no haya riesgos de desastre, “evitar en lo posible, o reducir lo más que se pueda, la aparición de esos riesgos”. 

Así lo expresó la arquitecta al presentar su investigación ‘La representación social del riesgo como factor de baja resiliencia en el medio urbano’; un tema de interés “porque tienes que contar con la gente, contar con las personas, para que ellos sean parte de ese sistema de prevención, y no nada más educándolos o informándolos, sino haciéndolos partícipes de la vida cotidiana de la vida urbana”.

Los temblores en la Ciudad de México pueden servir como ejemplo de la utilidad de la participación ciudadana en la prevención de desastres. La gente no debe limitarse a responder a la alerta sísmica, con la evacuación de los inmuebles y otras medidas de protección civil; sino que para evitar daños a las edificaciones pueden asumir medidas preventivas.

Los arquitectos y desarrolladores inmobiliarios, deben respetar las normas constructivas; y los dueños de las casas, deben evitar agregarle más pisos a sus hogares y darles un buen mantenimiento para asegurar que estén en buenas condiciones. “Impermeabilizar y pintar una casa  no se hace sólo para que se vea bonita, sino también  para conservar en buenas condiciones los materiales y evitar que se vayan degradando por su exposición al  sol, lluvia y tierra, que los resecan, humedecen y cuartean”.

“Entiendo el miedo de toda esa gente que se quedó sin departamento o casa en la Condesa y en la Roma, pero quienes toman como solución irse a vivir a las afueras de la ciudad lo único que hacen es incrementar sus horas de traslado hacia su trabajo o escuelas; lo cual incrementa otros riesgos, pues en realidad es mucho más probable que se tenga un accidente de auto a volver a vivir otro terremoto”.

“Debemos considerar en su  justa medida cuáles son los riesgos que nos conciernen, que realmente nos atañen y cómo podemos ser sujetos de la prevención; no sólo objetos de la ayuda gubernamental cuando ocurre un desastre”.

Representación social del riesgo

Sobre su investigación, ‘La representación social del riesgo como factor de baja resiliencia en el medio urbano’, Estrada Díaz explicó que se trata de un caso de estudio realizado en Minatitlán, Veracruz; donde los pobladores hicieron, literalmente, la ciudad y las viviendas, adaptándose a las condiciones locales para tener el menor daño posible frente a las inundaciones recurrentes.

Por ejemplo, en la llamada zona de El Jagüey, levantaron casas sobre pilotes. “Este tipo de construcción recuerda a la arquitectura vernácula tropical, donde el uso de pilotes permite refrescar la casa y protegerla de la humedad del suelo y posibles inundaciones”. 

La palabra riesgo tiene una carga negativa y una parte positiva, y ésta última puede tomarse como oportunidad, como hicieron en El Jagüey, donde los riesgos naturales han jugado un rol determinante en la morfología del asentamiento actual.

El trabajo de la maestra Estrada fue dado a conocer en el ‘XI Seminario Itinerante Morfología urbana y resiliencia’, organizado por el Departamento de Arquitectura, Urbanismo e Ingeniería Civil de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México y la Red de Estudios de la Forma Urbana.

Texto y foto: PEDRO RENDÓN/ICM

 

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