Desde hace aproximadamente dos meses la Ciudad de México se ha convertido en un inmenso laboratorio atmosférico. Los capitalinos enfrentamos cada día incertidumbres relacionadas con el transporte cotidiano y los posibles daños a la salud derivados del deterioro del medio ambiente en el Valle de México. La contingencia actual es en cierto sentido inesperada para aquellos que vivimos los orígenes del programa Hoy No Circula en la década de los noventa, y ciertamente nos obliga a realizar procesos de reflexión y análisis.

Hace algunos días se han hecho diversas referencias1 al papel que la temperatura ambiente desempeña en la evolución del indicador más apremiante en estas semanas: el ozono.

Si bien es ampliamente conocido que la contaminación atmosférica es un fenómeno multifactorial, es importante resaltar que para el caso del ozono la respuesta a la temperatura ambiente es mucho más notoria que en el caso del resto de los contaminantes considerados por los sistemas de monitoreo empleados en la megalópolis. Las gráficas que se muestran a continuación debe examinarlas con mucho cuidado el lector, pues representan un insumo relevante para tomar decisiones relativas a la situación por la que atravesamos actualmente en la Cdmx.

Ver primera gráfica en la fotogalería

Esta primera gráfica corresponde a una especie de órbita en la cual cada punto corresponde a un par ordenado “temperatura-nivel de ozono” en una hora determinada del día. A partir de las 10:00 de la mañana se observa un incremento agudo de los puntos de ozono alcanzando una cúspide alrededor de las 15:00 horas, en coincidencia con la temperatura máxima del día.

En esa fecha se decretó fase 1 de contingencia ambiental, con la consecuente medida del Doble Hoy No Circula. En la siguiente gráfica se muestra el comportamiento de los mismos indicadores con fecha 9 de mayo. El comportamiento cualitativo es prácticamente idéntico, aunque afortunadamente no se alcanzó el nivel crítico de 150 puntos correspondientes a la activación de la acción remedial. Resulta evidente la correspondencia temperatura-ozono anteriormente citada.

Ver segunda gráfica en la fotogalería

Es pertinente hacer notar que en esta gráfica se observa una importante caída en el indicador a partir del descenso de la temperatura. En esa misma tarde se presentó lluvia en diversos puntos de la Ciudad de México, lo cual nos hace recordar que el fenómeno de la contaminación tiene diversas causas y muestra variaciones importantes debido a muy diversos factores meteorológicos tales como la humedad del ambiente (evidentemente la emisión de gases precursores del ozono, vinculados con la acción humana son también un factor de alta relevancia).

Finalmente se muestran al lector los indicadores correspondientes al martes 12 de enero del presente año, es decir, en pleno invierno. En esa fecha no se presentaron fenómenos de importancia respecto a la humedad (lluvia) y la actividad urbana se desarrolló de manera rutinaria, con el ajetreo característico de nuestra capital.

La gráfica muestra un comportamiento análogo a las evoluciones registradas en los días de mayo, con la muy importante salvedad de que la temperatura en invierno no alcanzó los 20 grados centígrados. Los índices máximos de ozono no rebasaron los 30 puntos, manteniéndose a lo largo del día una calidad del aire “buena” respecto a este contaminante. Nuevamente se observa una caída abrupta con el descenso de la temperatura en el atardecer, y en la ausencia de radiación solar.

Ver tercera gráfica en la fotogalería

Un estudio formal correspondiente a las órbitas de los contaminantes a lo largo del día se está desarrollado de manera conjunta con la ingeniera física Ángela Mariscal Sánchez, en la Universidad Iberoamericana Ciudad de México (en el Departamento de Física y Matemáticas).

Será presentado en octubre próximo con el título Ozono y calor: análisis de factores meteorológicos primarios en el desarrollo de contingencias ambientales en el Valle de México. El acto en el cual se prevé la presentación es el LIX Congreso Nacional de Física, a efectuarse del 2 al 7 de octubre en el Poliforum de León, Guanajuato.

1  Olas de calor y aumento de los niveles de ozono en la Cdmx: una correlación evidente, A. Sandoval-Villalbazo (2016).  http://ibero.mx/prensa-y-multimedios?sitio=detalle_comunicado.php&id_noticia=2984&foto_principal=1

prl/ ah