Universitarios han cambiado la forma de relacionarse con el amor: investigadora

Mié, 13 Feb 2019
La Dra. Cinthia Cruz del Castillo, coordinadora del Doctorado en Investigación Psicológica, señala que la insensibilidad en el amor crea personas carentes de empatía con la sociedad
La investigación fue la base del libro 'Del inicio al fin del amor: Ruptura de pareja y salud mental'
  • Dra. Cinthia Cruz del Castillo, coordinadora del Doctorado en Investigación Psicológica de la IBERO (Valentina Gozález/IBERO).
  • El libro se publicó a finales de diciembre del 2018 (Alberto Hernández/IBERO).

Los universitarios están cambiando el concepto del amor. Actualmente, las relaciones de pareja en jóvenes que estudian el nivel superior son cada vez más volátiles, duran poco y, obviamente, no llegan al compromiso, así lo reveló el libro Del inicio al fin del amor: Ruptura de pareja y salud mental, escrito por investigadoras de la Universidad Iberoamericana.

La Dra. Cinthia Cruz del Castillo, una de las autoras del libro que se publicó a finales de diciembre del 2018, explicó que ante el tipo de relaciones que establecen los estudiantes, las rupturas ya no tienen un impacto negativo, pues las ven como un 'paso' más en la vida.  

La coordinadora del Doctorado en Investigación Psicológica explicó que descubrieron que los estudiantes no ven las relaciones de pareja como una meta única, pues están encontrando otras posibilidades. “El amor se está moviendo y la tecnología está influyendo en eso. Por ejemplo, ahora se puede tener un novio a distancia y las vínculos son diferentes”.

De acuerdo con la investigadora, es positivo que los jóvenes no vean al amor como un tema trágico, como quizá se percibía antes. Sin embargo, es preocupante el poco apego y la poca intimidad que generan. También inquieta que vayan de una pareja a otra, ya que esta conducta habla de una falta de conexión emocional hacia los demás, así como un exceso de individualidad. Ellos dicen “si encuentro una pareja, qué padre; pero sino, sigo con mi vida”.

“El estudio es interesante porque por un lado no están en la depresión, lo cual es muy bueno, pero por el otro nos está dando alertas sobre lo que pasará con estas parejas en algunos años, sobre cómo van a lograr establecerse y consolidarse”, analizó.

La académica de la IBERO aseguró que los jóvenes tienen el concepto de un amor más libre, pues las diferentes identidades y orientaciones sexuales los han hecho cuestionarse cada vez más el concepto del amor. Por esta razón, los universitarios se preguntan si de verdad se necesita una pareja en la vida para estar bien o si necesitan casarse y tener hijos para que su salud mental esté completa.

“Nos tenemos que anticipar un poco y ver que se está construyendo al amor de manera distinta. Una cosa que nos preocupa a quienes nos dedicamos a la salud mental es qué pasará con los vínculos, pues una cuestión fundamental del ser humano es la cercanía con los otros, independientemente de que tengas un trabajo, de que seas exitoso, es necesaria la vinculación porque somos seres sociales por naturaleza y las teorías del apego que se tienen que desarrollar desde niños son fundamentales para que las personas tengan una salud mental equilibrada”, dijo.

En ese sentido, la doctora en psicología alertó sobre los riesgos que hay en establecer poca cercanía con las personas y de terminar con una pareja de manera fácil y empezar a la brevedad con otra.

“La pregunta es si en algún momento tendrán algo más estable o si seguirán así durante toda su vida; sobre qué pasará con esta idea estereotipada de cómo debe ser una familia, en cómo deben ser los padres. Lo bueno de esta situación es que nos hacemos flexibles en términos de cómo se visualiza una relación de pareja y no pensamos en la relación hombre-mujer con hijos como la única manera de amar”, explicó.  

Sin embargo, la especialista en psicología social aseguró que el reto más grande es lograr equilibrio entre la individualidad y el vínculo con los demás. Recordó que no se debe perder de vista que la apuesta es estar bien, no sólo con uno mismo, sino con quienes se interactúa.

“Debe haber una preparación importante en las nuevas generaciones y en las que vienen sobre cuidarse así mismos y no dañar al otro. Es decir, cuidar la línea entre el propio bienestar y el de la persona con la que me estoy vinculando".

Para la realización de la investigación se aplicaron un total de mil 425 cuestionarios en diferentes universidades públicas y privadas de la Ciudad de México.   

Valentina González/ICM 

 

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