Manifestarse a través del arte ayuda a las personas a emanciparse desde una forma más creativa, a pensar libremente y asumir un activismo, aseveró Paulina González Villán, artista textil y tintorera argentina.

En una visita que hizo a la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, con motivo de los 30 años de la Licenciatura en Diseño Textil de esta institución, la sudamericana compartió que para ella lo importante es avocar el arte textil a temas sociales y políticos, y compartirlo de manera abierta con todas las personas.

A esta joven treintañera que gracias a su abuela tuvo su primer encuentro con las telas y los tintes, con los que luego se volvió a topar en la Escuela de Bellas Artes en Argentina, el arte textil le permite hacer un tejido, una trama, una red para juntar personas; sobre todo para revalorizar el trabajo que supieron tanto tiempo guardar y preservar los pueblos originarios.

En ‘Arte textil’, su ponencia pronunciada en la IBERO, Paulina mostró fotografías de varias técnicas de teñido de telas, que ella ha aprendido del cruce de información con maestros contemporáneos presentes en conferencias y simposios. 

Por ejemplo, el año pasado en Oaxaca, México, un contingente de Japón enseñó shibori. “Fue una mixtura textil increíble entre los japoneses, que trajeron su (azul) índigo, y el azul que tiñen los zapotecas con el añil mexicano. Todos estábamos ahí observando ese cruce increíble que se daba entre lo ancestral, lo contemporáneo y las culturas”.

Pasarse recetas de tintes naturales (que Paulina comparte desde http://materialjoven.blogspot.mx/, su comunidad virtual que busca revalorizar los tintes naturales), mezclarlas, probarlas, utilizar nuevos elementos que quizá en otro continente no se tienen, propicia obtener mejores teñidos. 

Por ello, Paulina ha trabajado de manera conjunta con tinteros de Francia, Argentina, Bolivia, Perú, India, Japón y España; lugares donde hoy por hoy más se están desarrollando y utilizando los tintes naturales.

Al rescatar el oficio ancestral del tintorero, y traerlo a la contemporaneidad, ha aprendido muchas técnicas para teñir telas y de arte textil: Bandani (de la India), Batik (de Indonesia, Malasia), Shibori (de Japón), grana cochinilla y pericón (México). Asimismo las puntadas sachico, que son de bordado; bordado mexicano; armado de rebozos; telar de cintura; crochet (estambres).

Además, siempre son las personas de los pueblos originarios, las personas humildes, las que mantienen vivas las tradiciones y las culturas prehispánicas, los mayores maestros de esta artista visual, diseñadora de vestuario y caracterizadora que se ha formado mucho con tejedores y tintoreros.

Eso explica que hable, además de castellano, inglés, francés, un poco de guaraní -idioma típico de Argentina- y que en ésta, su más reciente visita a México, estuviera aprendiendo algo de tzotzil en Chiapas. “Porque es una manera también de aprender de las otras personas y no encerrarse en el trabajo de uno mismo”.

Con su arte texti, Paulina visibiliza la lucha de los pueblos indígenas y revaloriza a los pueblos originarios, y hace un cruce entre lo contemporáneo, el rock, el punk y otras maneras de protesta, “que tienen su manera de manifestarse a través de un lenguaje que tiene que ver con la trama”.

La conferencia de Paulina formó parte de la jornada de celebración por el 30 aniversario del programa de Diseño Textil, llamada ‘Rebeldes. Intervenciones textiles’, organizada por el Departamento de Diseño de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México.

Con motivo del festejo en el área de Vitrinas del departamento se montó una exposición de arte textil creado por las alumnas (os) de diseño de la IBERO, y por algunos artistas invitados, como Paulina González.

Texto y fotos: PEDRO RENDÓN/ICM