#CEDE Innovación, el trabajo duro al servicio de las ideas

Mié, 30 Ago 2017
Director general de Grupo Posadas, José Carlos Azcárraga, afirma que el proceso innovador no surge de manera espontánea
  • El miedo a ser idiota limita la innovación en las empresas (Alberto Hernández/IBERO).
  • José Carlos Azcárraga, director general de Grupo Posadas (Alberto Hernández/IBERO).
  • El evento fue organizado por el Centro de Emprendimiento y Desarrollo Empresarial (Alberto Hernández/IBERO).

La innovación es un proceso laborioso que necesita de tiempo, esfuerzo, aprendizaje y ejecución, y no ideas brillantes que surgen de manera espontánea, afirmó el director general de Grupo Posadas, José Carlos Azcárraga, durante su ponencia ‘La innovación como contribución al desarrollo nacional’, celebrada en la Universidad Iberoamericana.

A partir de una invitación hecha por el Centro de Emprendimiento y Desarrollo Empresarial (CEDE), Azcárraga Andrade platicó con alumnas y alumnos de esta casa de estudios sobre el proceso que desencadena la innovación, así como sus obstáculos y realidades. Agregó que las ideas brillantes pueden ayudar, pero no se puede calificar de innovación.

“Todo mundo cree que la innovación es que cuando te estás bañando (mito de la regadera) se te ocurre una idea brillante de forma espontánea, y esa idea brillante me va a ser un gran innovador. La verdad, no tiene nada que ver con eso, la gran mayoría de los procesos que tenemos y manejamos están fundamentados en información, análisis y aprendizaje”.

Resaltó que hay cuatro fases que ayudan a innovar mejor: aprender, a partir de la observación de lo que ocurren con los productos o servicios, el mercado y los clientes; idear, convertir la información en ideas que satisfagan una necesidad; desarrollar y seleccionar las mejores ideas tras un análisis; y la ejecución, llevar a cabo esa idea.

José Carlos Azcárraga, quien desde hace seis años tomó la dirección de Grupo Posadas, enfatizó que para innovar se deben tomar riesgos, pensar siempre en algo terriblemente radical e inconcebible para poder alcanzar el éxito.

“¿Cómo saber que una idea es buena o mala? En la realidad no se puede saber. El chiste es que hay ideas malas, pocas; muchas ideas mediocres y regulares, y muy pocas ideas buenas. La realidad es que no puedes saber hasta que no lo pruebes. (Por eso) si van a innovar, innoven mucho, porque alguna les funcionará”.

Recordó que muchos piensan que para alcanzar un proceso de innovación es necesario que todos estén de acuerdo con la idea, “pero en mi experiencia esto no siempre da resultado. La realidad es que hay ideas buenas y malas, pero las ideas extraordinarias son las que no tienen consenso”.

Ver el fracaso como un activo

Uno de los grandes temas que impactan directamente a la innovación, de manera negativa, es el miedo al fracaso, cuando debería convertirse en un activo de las empresas para despegar, pues las grandes ideas van acompañadas de un alto porcentaje de no completarse o no dar los resultados esperados.

“Perdámosle el miedo a fracasar, a tener malas ideas. Si una persona se equivocó en algo, pues mantenlo, porque tiene una experiencia de un fracaso y lo último que quieres es que se vaya, quieres que lo absorba la compañía y que la compañía aprenda a fracasar.

“El miedo a ser idiota es lo que guía a las compañías a no tener innovación, porque la gente no quiere equivocarse. Lo que requiere es valentía y liderazgo para empujar tus ideas”, enfatizó José Carlos Azcárraga.

Manifestó que lo peor es no equivocarse, porque si no lo hacen, no están tratando, y las únicas compañías, empresas y personas que son exitosas en el tema de la innovación son las que no tienen ningún dolor, ningún complejo, de caerse y volverse a levantar.

Respecto a las fuentes que pueden generar innovación, enumeró:

  1. Cambios en la industria y el mercado.
  2. Cambios demográficos.
  3. Incongruencias.
  4. Eventos inesperados.
  5. Necesidades de procesos.
  6. Cambios en la percepción.
  7. Nuevo conocimiento y tecnología.

Frente a estos factores, se debe pensar constantemente en innovar para no sucumbir, ya que pueden aparecer en cualquier momento y cambiar la dinámica de la empresa.

Comentó que la ejecución es el proceso más importante de la innovación, pues esta fase en la que la idea se concreta. “Una idea regular, con una extraordinaria ejecución da buenos resultados; una extraordinaria idea, con una mala ejecución da pésimos resultados. Todo mundo se enfoca en la idea y no en el trabajo que tuvo detrás para poderlo lograr”.

¿La clave del éxito en el proceso de innovación? “No crean que son genios o van a vivir del mito de la regadera; los que son realmente innovadores son los que saben ejecutar, y ejecutar es fregarse, trabajar de sol a sol, hacer cosas que consumen mucho tiempo y energía”.

Como director de Grupo Posadas, dijo, ha encontrado que el aprendizaje es vital para alcanzar las metas; y para este proceso es necesario seguir estos pasos del buen ‘aprendidor’:

  • Ser humildes. Evitar ser arrogantes. 
  • El gusto por renovarse. Pasión por saber lo que pasa en el mundo.
  • Darte tiempo para absorber. El aprendizaje no sólo es estudio, sino asimilación.
  • Compartir el conocimiento. 
  • Saberse equivocar, pero rápido. No funciona ser necio. 
  • Levantarse. No se van a equivocar una vez, lo van a hacer mil veces.

Finalmente, como conclusión dejó seis ideas:

  1. La innovación no es fácil.
  2. La innovación no es popular en sus inicios.
  3. La innovación no es una ciencia, pero tampoco un arte.
  4. La innovación no es predecible.
  5. La innovación no es permanente.
  6. La innovación no es sólo tener una buena idea.

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