Egresada de la IBERO trabaja en favor de las víctimas de guerra

Mié, 10 Ene 2018
Gisela Hernández es coordinadora de Protección del Comité Internacional de la Cruz Roja
  • Gisela Hernández, Coordinadora de Protección del ICRC

Gisela Hernández, egresada de la Licenciatura en Ciencias Políticas y Administración Pública por la Universidad Iberoamericana, trabaja para víctimas de la guerra. Desde 2009 empezó a trabajar para el Comité Internacional de la Cruz Roja (ICRC, por sus siglas en inglés), en su sede, pero dos años después tuvo su primera misión en Colombia, donde realizó actividades de concientización en las comunidades afectadas por la contaminación de armas durante la guerrilla. 

El ICRC es una organización con más de 150 años que inició en respuesta a la falta de atención que había para los heridos de conflictos armados, la protección de los civiles y los heridos de guerra.  

El año pasado, Hernández estuvo en una misión en Saná, Yemen, como coordinadora de Protección del ICRC. Su objetivo fue trabajar con las partes involucradas en el conflicto, a través del diálogo confidencial, y así lograr que se respetara el derecho internacional humanitario y se protegiera a las víctimas del conflicto armado.

“Una de las principales cosas que hacemos es proteger a los civiles. Tenemos equipos en terreno que documentan casos de violaciones a civiles o al derecho humanitario, casos de abusos o problemas humanitarios que sufren los civiles que trabajan o viven en estas zonas de guerra. A través de esa información, vamos con las partes en el conflicto y explicamos cómo es el sufrimiento por las acciones que llevan a cabo y hacemos recomendaciones para que pongan un alto a las violaciones. Así como investigar si hay manera y tomar medidas precautorias para que no se repitan”, señaló Hernández.

Por ejemplo, si un hospital es atacado, los equipos del ICRC documentan el ataque, van con los responsables para investigar lo que pasa, alcanzan un alto a los incidentes, además de evitar que éstos suceden otra vez. Estas actividades corresponden al área de Protección a la Población Civil que forma parte del Departamento de Protección, bajo el cargo de Gisela.

La segunda área que dirigía Gisela, en Yemen, fue la  de Protección a Personas Privadas de Libertad. Es decir, los prisioneros de guerra o detenidos relacionados con el conflicto armado. El objetivo es que reciban un trato humano en prisión, que no desaparezcan y que tengan condiciones que no pongan en riesgo su salud e intimidad.

“Nuestros equipos visitan las prisiones o los campos en donde estas personas están detenidas de manera regular y tratamos de echar un ojo sobre cómo están viviendo, hablamos con ellos, con las autoridades y damos recomendaciones cuando se notan problemas”, explicó Hernández.

Pero una de las áreas importantes bajo su coordinación es el restablecimiento de vínculos familiares. La separación de las familias es una de las consecuencias más comunes durante una guerra, sobre todo por la búsqueda de seguridad en distintos lugares cuando comienzan los ataques, las detenciones, la desaparición de personas o los desplazamientos. Quienes sufren más de esta situación, principalmente, son los menores de edad.

Al respecto, tienen equipos que se dedican a trabajar con las sociedades a nivel local, como la Cruz Roja Mexicana, la Cruz Roja Americana, entre otras. A través de la red, los equipos buscan activamente a las personas desaparecidas y cuando localizan a algún integrante de la familia, lo primero que hacen es restablecer el contacto, vía telefónica, para después trasladarlos, en caso de que sea posible, con sus seres queridos.

Hernández platicó que la Cruz Roja es una de las organizaciones líderes en materia forense, un elemento esencial de su labor pues las familias siguen buscando a sus integrantes después de varios años de haber concluido la guerra. Por esta razón, el objetivo del trabajo es dar respuesta a quienes buscan a sus familiares. “Tratamos de prevenir la desaparición, pero cuando una persona desaparece o muere producto de la guerra nuestro equipo ayuda a tratar de identificar los restos”, señaló.

Gisela confesó que siempre supo que en la Iberoamericana no sólo recibiría educación de calidad, sino la parte del compromiso social. “Aquí descubrí al Comité Internacional de la Cruz Roja como parte de las cátedras que organiza la IBERO. Si hubiera estado en otra universidad, no sé si estuviera viviendo está experiencia”, destacó.

Gisela Hernández iniciará el año en Nigeria, también como coordinadora de Protección, pero al frente de un equipo y de actividades de mayor envergadura en términos de números.

Ventina González/ICM

 

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