Nada de lo hecho en la IBERO tendría sentido si sus egresados contribuyen al mantenimiento del actual sistema social, en lugar de hacer un mundo más justo y más humano. Es por ello que los egresados de la Universidad Iberoamericana son los mejores exponentes de lo que esta casa de estudios quiere ser: algo pertinente, algo útil, la mejor universidad no del mundo, sino para el mundo. 

Así lo señaló el maestro David Fernández Dávalos, S. J., Rector de la IBERO, frente a los 852 estudiantes que, acompañados de sus familiares, participaron en la Ceremonia de egresados Otoño 2016.

Con esto, la IBERO suma 67 mil 479 egresados, apuntó la licenciada Adriana de la Peza Vignau, presidente de la Asociación de Egresados de la Universidad Iberoamericana (ASEUIA), quien subrayó la importancia de que los egresados de la IBERO mantengan su interés en lograr un impacto social de forma urgente, con el fin de lograr un mundo con más justicia y paz.

El Rector de la IBERO deseó a quienes terminaron sus estudios convertirse en hombres y mujeres capaces y solidarios con los demás, y volverse los mejores para un mundo que espera sus contribuciones concretas.

“México espera de ustedes aportes que permitan ir superando gradualmente la crisis en que nos debatimos y que puedan tener una verdadera conciencia de fraternidad, cimentada en la honradez, en la verdad, en la justicia social. Sólo de esa forma podremos conseguir la paz social que todos anhelamos”, dijo el Rector, quien también pidió a los egresados que, como alumnos de una universidad jesuita, se opongan a una sociedad fincada en el consumo, el lucro y el acaparamiento, y que siempre tengan presentes las difíciles condiciones de vida y trabajo de los obreros, campesinos, indígenas y miembros de sectores marginados.

Antes de la entrega de reconocimientos a la Excelencia Académica, que distinguió a los mejores promedios de cada licenciatura, la reconocida arquitecta Tatiana Bilbao Spamer, oradora invitada de la ceremonia, felicitó a los egresados y egresadas, y les recomendó no ver el mundo "a través de una pantalla", sino viajando y experimentando en carne propia.

"Hay que tocar muchas puertas. El mundo no está a tus pies ni va a venir a ti. Hay que salir al mundo", dijo la ganadora del Premio Mundial de Arquitectura Sostenible 2014, quien subrayó la importancia del trabajo colaborativo y la ciudadanía responsable.

JTGI/ICM