Con 34 millones de víctimas, México vive la peor crisis de derechos humanos: Centro Prodh

Mar, 25 Sep 2018
Son víctimas de la violencia, de la desaparición y del desplazamiento forzado
Mario Patrón dicta ponencia de apertura en el diplomado ‘Atención a Víctimas de Violencias y Catástrofes’
  • Mtro. Mario Patrón durante la apertura del diplomado ‘Atención a Víctimas de Violencias y Catástrofes’.
Por: 
Diego Miguel Ángel Rivera Mares, responsable de Investigación de tendencias y mercados de la DEC de la IBERO.

“Vivimos la peor crisis de vigencia de derechos humanos en nuestro México contemporáneo, no hay duda de eso, tenemos un esquema de factores que así lo condensan. Además, para finalizar el sexenio nos encontramos en un momento complicado, ya que nuestra nación se encuentra adolorida, ensangrentada y con una prevalencia impunidad”, dijo el maestro Mario Patrón Sánchez, director del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh).

Así se pronunció durante la apertura del diplomado ‘Atención a Víctimas de Violencias y Catástrofes’, que se llevó a cabo en las instalaciones del Museo Memoria y Tolerancia (MMyT), en coordinación con el Centro Prodh y la Dirección de Educación Continua (DEC) de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México.

El eje del diplomado implica una apuesta de la IBERO por hacer visible y atender a las víctimas, además de un compromiso con su resistencia y lucha, ya que “aproximadamente contamos con 34 millones de víctimas de la violencia, de desaparición forzada, así como los familiares de víctimas de desplazamiento forzado interno, de víctimas de la violencia social con la migración de la infancia huérfana como consecuencia de la violencia, entre otras”.

En este orden de ideas, el Mtro. Patrón agregó que los 34 millones de víctimas se vinculan con “regiones del país que están perdidas, aislados o que se hallan bajo el dominio del crimen organizado y permea en la mayoría de las ocasiones en la institucionalidad del Estado que se percibe en esos lugares como inexistente o que existe, pero trabaja para los diferentes grupos delictivos. Así se entiende Ayotzinapa, San Fernando, Cadereyta, damnificados del 19 de septiembre del año pasado y así podríamos seguir con muchos y muchos ejemplos”.

“Hablamos de un país en donde tenemos una impunidad generalizada, en el cual uno de cada diez delitos denunciados acceden a la verdad y a justicia, es decir, ese es el nivel de abandono de las víctimas y estamos hablando de un México que vive una corrupción generalizada en distintos ámbitos como  son: economía, política, social, infraestructura, tráfico de influencias”.

“Y por si fuera poco, un contexto de violaciones graves de los derechos humanos que se viven de manera sistemática, es decir, torturas que se siguen aplicando como método de investigación, desapariciones forzadas, ejecuciones arbitrarias”.

“Y si sumamos estos cuatro factores, hacemos un coctel que decanta justo en la realidad que hoy viven las víctimas, una condición de vulnerabilidad, de indefensión extrema y que cuando acuden a las instancias correspondientes la respuesta que obtienen en el mejor de los casos es la omisión y en el peor de los casos es el continuum de violencia y la revictimización. Por ello se coincidió en que es de suma importancia la construcción y la interacción del diplomado de Atención a Víctimas de Violencias y Catástrofes”.

La fecha sobre el inicio del diplomado no fue casualidad, pues “es realmente un privilegio que el diplomado arranque en este momento del año, hoy se conmemora un año del sismo del 19 de septiembre, que viene precedido de un trabajo de memoria y de verdad del sismo del 85 que creo factores organizativos, movimientos sociales a partir de la capacidad de respuesta”.

“Estamos a unos cuantos días para que el miércoles de la próxima semana, 26 de septiembre, se conmemoren cuatro años de Ayotzinapa, un caso representativo que da cuenta y hace que emerja este México adolorido, ensangrentado e inconforme”.

“Vamos a despedir un gobierno que construyó un montaje histórico para encubrir seguramente muchos, muchos intereses ajenos a la verdad. Y estamos también a unos cuantos días de la conmemoración del 50 aniversario del 2 de octubre. Mucho, realmente, lo que estos tres símbolos de fechas nos demuestran, es el reto de construir verdad y memoria, y no pueden existir estos si no hay organicidad social”.

“Digamos que las buenas noticias que nos han dejado los últimos 12 años de guerra fallida contra el crimen organizado es un movimiento emergente de víctimas, principalmente de víctimas de la desaparición forzada y familiares que buscan a sus seres queridos desaparecidos”.

“Y es en estos sucesos en los que hay que poner el énfasis si queremos construir en nuestro país un antes y un después, por eso es que hay que poner justo en el centro a las víctimas, como ya decía el maestro Randolfo González de la Mora, director de Educación Continua de la IBERO: las víctimas deben estar al centro y en el corazón de toda la gestión privada y gubernamental, porque les debemos justicia, visibilidad, respeto y bienestar”.

“En medio de la conmemoración del 19-S, del aniversario de Ayotzinapa y de los 50 años del 2 de octubre, tenemos un momento político inédito de alternancia con el primer partido que se autodenomina de izquierda llegando a la Presidencia, en donde por lo menos empieza a haber un fraseo interesante de construcción distinta a las narrativas bélicas. Un discurso de pacificación, aunque hay que darle contenido, es un cambio de perspectiva que no es cualquier cosa y ojalá a partir de este periodo político de alternancia se generen oportunidades en primera instancia para las víctimas del país”.

“La clave a lo que invoca este diplomado es a poner en el centro a las víctimas, cuando yo preguntaba el perfil de quienes se inscribieron al diplomado, me encantó conocer que hay personas que vienen de la academia, estudiantes, periodistas, algunos, algunas, incluso de instituciones públicas, lo cual deja ver la preocupación y la ocupación que quieren tener las instituciones del Estado que tienen un mandato y una obligación de garantes de derechos, pero también tiene que ver con muchas otras dimensiones de la sociedad en su conjunto de la cual todas y todos formamos parte”.

Finalmente, el Director del Centro Prodh externó: “La complicidad de la Universidad Iberoamericana de la Ciudad de México me parece que no es cualquier cosa, extiendo mi agradecimiento y desde luego reconocer al Museo Memoria y Tolerancia por éste, y los próximos diplomados que vendrán”.

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PRL/ICM

 

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