#CIENCIA Aumentan posibilidades de habitabilidad del sistema Trappist-1

Lun, 29 Ene 2018
Estudios muestran que la temperatura promedio del planeta Trappist-d es de 15 grados centígrados
  • (Imagen: pixabay.com).
Por: 
Dr. Alfredo Sandoval Villalbazo, coordinador del Programa de Servicio Departamental de Física del Departamento de Física y Matemáticas de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México. Investigador Nacional Nivel II (SNI)

El sistema planetario Trappist-1 continúa impresionando a la comunidad astronómica mundial.1 Después del anuncio de su descubrimiento en mayo de 2016 se han realizado cientos de estudios para conocer las propiedades de los siete planetas que giran alrededor de la estrella enana roja central y para examinar las posibilidades de desarrollo de vida en los mismos. El más reciente de éstos sugiere la habitabilidad en al menos dos de ellos.

Una de las propiedades físicas que permiten el desarrollo de vida en la Tierra es su temperatura templada. La radiación solar, combinada con un efecto invernadero moderado, da lugar a climas templados. 

En este contexto, se ha descubierto que la temperatura media del planeta Trappist-d es de aproximadamente 15 grados centígrados2. En este caso, el calor derivado de la radiación procedente de la estrella es complementado por la fricción asociada a las llamadas ‘fuerzas de marea’. Adicionalmente, el planeta Trappist-e registra temperaturas semejantes a las existentes en la Antártida, por lo que el desarrollo y la adaptación de vida derivada de una posible panspermia (teoría que sostiene que el origen de la vida en la Tierra es extraterrestre) es viable.3

La intensidad del campo gravitacional que actúa sobre la superficie de un planeta depende de la distancia entre ésta y el cuerpo causante del campo. Cuando la Luna se encuentra más cerca de una cara de la Tierra que de la otra, el 'jalón gravitacional' propicia un aumento del nivel del océano en la cara cercana y lo disminuye en la opuesta. En el caso del sistema Trappist-1, la fricción provocada por la excentricidad de las órbitas elípticas genera un calentamiento que da lugar a las temperaturas moderadas mencionadas. 

El calentamiento por fuerzas de marea también se encuentra presente en Encélado, un satélite de Saturno que posee un mar interior muy cálido. Es interesante observar que en Encélado existen geiseres en los cuales se ha detectado metano, el cual puede ser producto de actividad bacteriana quimiolitótrofa semejante a la existente en el fondo de los océanos terrestres.4

Las observaciones de exoplanetas realizadas en el siglo XXI permiten considerar cada vez más improbable que la Tierra monopolice la vida en el universo. Veinte de las treinta estrellas más cercanas a la Tierra son enanas rojas. 

Próxima Centauri, la estrella más cercana al Sol, también posee un planeta ubicado en una zona templada en el que existe la posibilidad de vida bacteriana quimiolitótrofa; esto a pesar de la intensa radiación ultravioleta recibida por la actividad de su estrella. 

Este tipo de radiación también es emitida por la estrella Trappist-1, por lo que a menos de que exista una magnetósfera muy poderosa en sus planetas, una ecología semejante a la existente en la superficie de la Tierra se considera extremadamente improbable.

La cosmología moderna se basa en el principio de que, a gran escala, todas las regiones del universo son esencialmente equivalentes. En la misma línea de pensamiento, es natural considerar que los procesos físico-químicos que conducen a la vida no se limitan a un minúsculo planeta que gira alrededor de una de miles de millones de estrellas, presente en una de miles de millones de galaxias. 

Los nuevos escenarios astrobiológicos deben ser analizados con una mezcla apropiada de escepticismo y de capacidad de superar dogmas. El aprendizaje derivado de la fisicoquímica exoplanetaria impactará en la forma de comprender el equilibrio ecológico en el cual se desarrolla la vida en general, y deberá ser un insumo valioso para afrontar crisis ambientales, presentes y futuras, capaces de poner en riesgo la viabilidad de la especie humana.5 

Referencias:
1 A. Sandoval-Villalbazo, Sistema planetario TRAPPIST-1, más antiguo que nuestro sistema solar. Prensa IBERO, 22 de agosto de 2017. http://www.ibero.mx/prensa/sistema-planetario-trappist-1-mas-antiguo-que-nuestro-sistema-solar  

2 A. C. Barr, V. Dobos & L. L. Kiss, “Interior structures and tidal heating in the TRAPPIST-1 Planets”, Astronomy and Astrophysics (2018), in press. Una versión gratuita del artículo se encuentra en la dirección electrónica: https://arxiv.org/pdf/1712.05641.pdf 
3 M. Lingman & A. Loeb, “Enhanced interplanetary panspermia in the TRAPPIST-1 system”, Proc Natl. Acad. Sci. U S A. 2017 Jun 27;114 (26):6689-6693. http://www.pnas.org/content/pnas/114/26/6689.full.pdf 

4 A. Sandoval-Villalbazo, “Identifican procesos de actividad bacteriana en luna de Saturno”. Prensa IBERO, 18 de abril de 2017. http://ibero.mx/prensa/analisis-identifican-procesos-de-actividad-bacteriana-en-luna-de-saturno

5 A. Sandoval-Villalbazo, ¿Por qué se está perdiendo la batalla contra el calentamiento global? Prensa IBERO, 22 de enero de 2018. http://ibero.mx/prensa/ciencia-por-que-se-esta-perdiendo-la-batalla-contra-el-calentamiento-global 

 

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